Salimos al aeropuerto sobre el mediodía para empezar la aventura, después de llegar y ser erigidos como embajadores se presentó la campaña de No Winter Blues para los medios donde recibimos nuestras bandas de embajadores de Canarias y se presentó el destino secreto.

La verdad es que Islandia no entraba en mis quinielas iniciales, para mi lo lógico para mi hubiera sido Oslo o Estocolmo que son los países nórdicos con más tráfico pero Islandia al fin y al cabo es un país de corte escandinavo fundado por vikingos noruegos.

Después del anuncio tocó la espera hasta el vuelo, porque el destino no es lo importante sino el camino y eso en un grupo de cien jóvenes se ve bastante claro.

La organización nos dio unos vouchers para almorzando en el aeropuerto que acudimos en masa a gastar en el Burger King de Gando.

Sobre las cinco de la tarde comenzamos a embarcar en el vuelo con los medios tomando nota de todo.

Y allí estábamos toda la masa naranja para la foto oficial delante de un Airbus 320 de Iberworld que nos llevaría a Islandia.

Tras colocarnos en nuestros asientos al estilo Binter despegamos de Gando en línea recta a Islandia (se encuentra en el mismo meridiano).

Después de unas palabras de Yolanda Perdomo de promotur el vuelo se convirtió es un jolgorio aéreo como nunca había visto.

Tanto joven con tanta ilusión no se ve un día en un avión y dudo que vuelva a ver esto muchas veces en mi vida.

Tras la comida de astronauta la parranda continuó a bordo hasta el momento del aterrizaje del vuelo.

La llegada al aeropuerto de Keflavik se podría resumir en una palabra «Pelete», pasar de estar en Gran Canaria a casi treinta grados a estar a cero grados en Islandia es un cambio bastante radical.

Tras recoger las maletas y organizarnos en grupos cogimos la guagua (autobús) de camino a la capital islandesa.

En la ciudad nos esperaban cero grados y una rica cena.

A ver si tengo menos lío y puedo postear más, pero pueden seguir todo desde http://nowinterblues.blogspot.com/