Pequeñas grandes lecciones: viaja con un despertador de toda la vida

Ayer tuve que tomar dos vuelos uno que me llevaba a Madrid y un segundo a Berlin, hasta ahí todo normal. Soy una persona bastante metódica cuando viajo y mucho más si es un vuelo a primera hora de la mañana con lo cual no puse una alarma en mi iPhone sino cinco y un timer de "regalo". No tengo ni idea de lo que soñé esa noche pero lo que estoy seguro es que no sonó el jodido despertador. –Carlos son las siete, ¿no tenías que coger un vuelo?, esas son las palabras con las que empezó mi lunes [...]